domingo, 11 de noviembre de 2007

Kylie Minogue - Medley (Live from Sydney) (2000)

¿Quién puede no amar a Kylie? Es guapa, simpática, sonriente sin ser caramelosa, pequeñita, muy bien proporcionada y puede llevar casi nada de ropa sin parecer un pendón desorejado. El ideal de un diseñador de ropa, que puede colgarle cualquier cosa, por estrafalaria que sea (y de hecho lo hacen a menudo) sin que puedan eclipsarla. Además, monta unos shows en directo de esos de bailar sin parar que te pasas.

Empezó de musa de los 80, toda ojazos azules, rizos y colores eléctricos, dando el salto del culebrón juvenil australiano 'Neighbours' al pop prefabricado que arrasaba en las listas inglesas. Poco a poco le fueron añadiendo un ritmo más bailable mientras la moza cada vez estaba menos riquina y más guapa de bandera. En esto seguramente tuvo mucho que ver Michael Hutchence, el cantante de InXS, que se la ligó y la paseó un poco por el lado salvaje de la noche.

La segunda mitad de los 90 no le fue muy bien. Intentaba quitarse las etiquetas y explorar un poco, pero si uno no vende da igual quién sea. Y por fin, en 2000 volvió reconvertida en la diva neo-disco por excelencia. Desde entonces pulveriza la pista de baile con cada single. Y además, ha vuelto tras un cáncer de mama.

Aquí está dándolo todo en su patria chica. Long live Kylie.

No hay comentarios: