martes, 15 de septiembre de 2009

Hitler, los alemanes y la solución final

Hitler, los alemanes y la solución final
Ian Kershaw

Es una recopilación de 14 artículos sobre el holocausto judío escritos por el especialista británico Ian Kershaw, autor de numerosos trabajos sobre el nazismo, en particular una biografía de Adolf Hitler en dos tomos. No es, por tanto, un libro escrito ex profeso de principio a fin, y esto trae más inconvenientes que ventajas. Por un lado, el publicar los artículos tal cual se escribieron originalmente puede ofrecer al lector no sólo información sobre el tema en cuestión, sino además una visión sobre cómo ha evolucionado la historiografía que tiene la misión de relatarlo, pero apreciar esas sutilezas probablemente esté sólo al alcance de expertos o de amateurs dedicados y conocedores. Por otro lado, hay ideas y datos que aparecen repetidos varias veces en distintos artículos.

Indudablemente, el autor se ha dado cuenta de esto, y por ello se agradece que haya escrito él mismo una introducción de cuarenta páginas que resulta de gran ayuda para navegar por el libro y colocar cada pieza en su sitio. Porque es un libro que merece la pena leerse, y esto a pesar de su talante erudito. Por ejemplo, hablando de una catástrofe como la que trata, puede parecer cogérsela con papel de fumar el intentar distinguir si la famosa Solución Final al 'problema' judío (matarlos a todos) se adoptó antes o después de agosto de 1941, pero es que este tipo de exactitud en la investigación es absolutamente necesaria si al final queremos apreciaciones exactas y veraces de lo que ocurrió, en lugar de lugares comunes aceptados como verdades sin siquiera investigarse. Otro ejemplo es que Hitler siempre habló desde el principio, de palabra y por escrito, sobre su odio hacia los judíos, y al encontrarse los campos de exterminio tras la Segunda Guerra Mundial, se dedujo sin más que el Führer debía haberlo ordenado personalmente en algún momento. Bueno, pues ha sido imposible encontrar ninguna orden, deseo expreso o indicación de Hitler al respecto. Es más, cuanto más se investiga en notas, memorandos, informes y actas de reuniones, más se subraya el hecho de que Hitler se mostraba particularmente renuente a pronunciarse definitivamente en este sentido, aunque fuera extraoficialmente y de palabra. Obviamente, todo esto no pudo pasar sin su consentimiento, pero no se encuentra el 'código rojo' por ninguna parte.
¿Cómo se llegó a esto, entonces? Pues aquí es cuando aparecen las virtudes de la investigación exhaustiva y del peinar con púa fina las montañas de papeles que ha dejado el Tercer Reich. Al parecer, la idea de que lo mejor para el problema judío era acabar con todos ellos comenzó como una práctica local de algunas regiones donde sólo vivían unos cientos de ellos, fáciles de rodear y asesinar en masa, que luego dio ejemplo a zonas más pobladas. Además, al principio la idea era deportar a todos los judíos del país a Magadascar (en serio), y al descartarse por impracticable, irlos enviando hacia el este a medida que Alemania conquistara territorio para al final tenerlos aislados en Siberia, donde podrían ir muriendo o ser usados como esclavos si era necesario. Esto, sin embargo, creaba problemas administrativos y económicos en las zonas hacia donde se iban desplazando cada vez más judíos, pasando de miles a cientos de miles y ahí a millones, de modo que los encargados de esas zonas, como por ejemplo el llamado Gobierno General de Polonia, decidieron que estorbaban menos si se los mataba. Y así empezó todo, con decisiones de burócratas sin ganas de papeleo.

Aparte del papel exacto de Hitler, también resultan fascinantes los estudios sobre las reacciones de la población alemana ante el holocausto. Desde hace años queda descartado cualquier supuesto basado en que "no se sabía". Varios testimonios de cartas personales, interrogatorios, conversaciones narradas tiempo después, etc, demuestran que la gente sabía lo que estaba pasando, y que, como mucho, se procuraba no saber más. ¿Cómo se llegó a esto? Por varias razones, entre ellas un antijudaísmo que sí estaba presente a nivel de prejuicio básico (usureros, grupo cerrado, picapleitos, comerciantes de duro negociar, qué gusto si se fueran), una presión violenta y organizada que atemorizaba a las masas por parte de las SS, y una adoración personal a Hitler, que llevaba a que sus subordinados se dedicaran a hacer cosas que pensaban que podían agradarle, como quien piensa las cosas que le gustan a un conocido para elegirle un regalo de cumpleaños. Si Hitler gustaba de desfiles y uniformes, se hacían paradas militares. Si gustaba de raza aria, se hacían espectáculos deportivos, incluyendo los Juegos Olímpicos. Si odiaba a los judíos, se empezaba por hacer leyes que restringieran o incluso prohibieran sus acciones como ciudadanos y se continuaba por comenzar actos violentos contra ellos. Todo buscando un gesto complacido del gran líder. A este gran principio básico de comportamiento se le llamaba simplemente "trabajar para el Führer". Pensar qué podía gustarle, y hacerlo incluso antes de que él lo pidiera. Por ahí se acabó en el genocidio.

Otro detalle en el que no se profundiza mucho, pero que es interesante, es cuando se pregunta cuándo se podrá mirar hacia el nazismo con la misma ecuanimidad con que se estudian otras tragedias, guerras, imperios y matanzas del pasado de hace siglos, como Roma o (añado yo) la España Imperial. Todavía se ven conferencias donde si se quiere mencionar algo medianamente positivo sobre la Alemania nazi, en plan de capacidad de unir al país, de tener un proyecto (por execrable que sea) y demás, te encuentras con gente que se levanta y se va indignada pensando que se está haciendo apología en lugar de historia. ¿Estamos aún demasiado cerca, o se debe ir ya en esa dirección?

En suma, aunque la organización en 14 artículos quizá desune un tanto la cohesión del libro, por otra parte se ve necesaria para poder saber cómo se llega a cada conclusión. También merece la pena leer de dónde viene tal o cual frase o documento, porque no es un libro de ensayo de esos que a veces se ven, redactados todo seguido y dando muchas cosas por supuestas sin saber de dónde han salido, sino mostrando a cada paso la prueba documental que a su vez lleva a la tesis que se quiere demostrar. Tiene un tono un tanto profesoral y de bibliotecario, pero a cambio es metódico, fiable y muy instructivo.

8 comentarios:

Katha dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rogorn dijo...

No suelo contar demasiados detalles sobre mi en el blog. Quien me conozca personalmente ya los sabe, y quien no, pues tampoco quiero andar endiñando mi vida a nadie. Pero bueno,si, las dos cosas, mi familia es de Leon y voy y vengo de alli a Inglaterra, donde trabajo.

'Mad men' esta en dvd si quieres pillarla, en sus dos primeras temporadas (la tercera se esta emitiendo en USA ahora). Otras teorias sobre el titulo es que rima con 'Ad men' y que es un recorte de Mad(ison) Men.

Sobre Cyrano, te respondo alli, donde con permiso pego tu comentario.

http://videoergoscribo.blogspot.com/search/label/Cyrano%20de%20Bergerac

Anónimo dijo...

Hola,

Perfectamente comprensible que no quieras contar cosas personales.

He leído tu respuesta sobre Cyrano. Tienes "en nómina" alguna de mis películas favoritas. Por cierto, ¿as pensado escribir algo sobre "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto"? Magistral.
Creo que han hecho "una segunda parte", hace poco. No la he visto, ya sabes aquello de "segundas partes nunca fueron buenas" Si alguna vez la veo opinaré.

Saludos,

Katha

Anónimo dijo...

Perdón, por supuesto, por supuestísimo, es "has". Había puesto H, con mayúscula, y al querer ponérla con minúscula la he borrado sin añadirla después.
Sólo de verlo me ha "dolido".

Saludos,

Katha

Rogorn dijo...

Si alguna vez quieres corregir un comentario, solo tienes que copiarlo primero, borrarlo (con el icono del cubo de basura) y mandarlo de nuevo.

Si que vi 'Nadie hablara', y recuerdo que me gusto en general, pero no tengo planes para verla de nuevo a corto plazo. Sin embargo, eres bienvenida a escribirme un articulo tu ;)

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja.
Gracias, pero me temo que tendré que declinar la oferta de escribir yo misma algo al respecto. En estos momentos me temo que "no soy mercado". Reduciría mis últimas visiones de películas a retazos de Cars, Bolt (horrible para mi gusto) y cosas así.
Por lo demás podría hablar largo entendido de cómo crispa mis nervios el pasarme horas al volante para trasladarme de una punta a otra en "mi camino diario". Yo, usuaria habitual de transporte público, he tenido que unirme a la masa contaminante al volante porque a la empresa donde trabajo se le ha ocurrido trasladarme casi a la otra punta de la provincia. Y a la provincia se le ha ocurrido que, dado el justísimo sistema de puntos con el qeu contamos, mi hijo no tenga plaza en un cole al lado de casa.

Perdona por molestarte con mis absurdas cuitas.

Saludos.

Katha

Kamagra Online dijo...

Interesante informacion sobre las obras de Ian Kershaw ya que son muy interesantes y la verdad me llama muchoa la atencion sus obras sobre el nazismo

buy generic viagra dijo...

Por mi parte podria decir que es un libro con un excelente argumento, solo saber de la segunda guerra mundial es historia educadora...