Frédéric Sabouraud
Paidós, 2010
Este libro, de apenas 90 páginas, es una recopilacón de artículos del redactor de 'Cahiers du cinéma' Frédéric Sabouraud (en la portada, nada menos, aparece mal escrito como 'Subouraud'), todos ellos en torno al tema de la adaptación de libros al cine, publicada en 2006 en Francia. El primero y más largo de ellos, que cubre las 60 primeras páginas, menciona los elementos más importantes que tener en cuenta a la hora de analizar adpataciones cinematográficas: el narrador, el tiempo, el espacio, el sonido, los personajes y los límites de producción. En las restantes páginas hay diez textos más cortos sobre escenas concretas de películas, o reflexiones aisladas.
El libro no es en ningún momento un "cómo adaptar libros al cine". Más bien es una serie de ensayos que repasan ideas rápidamente, citando unos cuantos ejemplos concretos para ilustrar cada una. Al hablar del tema del narrador, se cita 'Jules y Jim', de François Truffaut y su peculiar uso de la voz en off. Al hablar de la elipsis, se menciona 'El intendente Sansho', de Kenji Mizoguchi, que se salta diez años de una historia tradicional japonesa. Al hablar de la dilatación y las trampas narrativas se habla de Alfred Hitchcock, en especial 'Psicosis' y cómo mostrar y ocultar a la vez el asunto de la madre de Norman Bates. Al tratar de adaptaciones más o menos fieles o personales, se trae a colación 'El proceso' de Franz Kafka rodado por Orson Welles, que llegó a decir que era su película más autobiográfica y "la única de la que me siento cercano". Al hablar de cuestiones de producción y economía, se presenta 'El señor de los anillos' y sus múltiples obstáculos y hallazgos técnicos. Todas ellas, y muchas más, están basadas en libros, algunos más conocidos que otros, cada uno con sus propias dificultades para ser adaptados.
Gran parte de las películas mencionadas son más famosas que los libros, así que es una pena que no se hable un poco más de los problemas de adaptar libros archiconocidos donde la reacción del público puede ser bastante hostil por el simple hecho de desviarse demasiado de la obra original ya conocida (la portada de la edición que leí yo, por ejemplo, trae un fotograma de 'Drácula de Bram Stoker', película que no se menciona en el texto en absoluto).
Durante el libro se repite más de una vez que el cine hereda concepciones de la literatura, la pintura y el teatro. Esta reflexión se ha convertido en un lugar tan común que se sigue perpetuando sin cuestionarse. Por el simple hecho de que el cine es la forma de arte más joven de todas éstas, parece que ha de seguirse lógicamente que ha de tomar elementos de las anteriores forzosamente. En los inicios del cine, cuando sus primeros profesionales sí que eran actores de teatro, pintores, fotógrafos y escritores, quizá sí había una serie de influencias claras, pero ¿sigue siendo eso verdad hoy en día? ¿Cuánto teatro o pintura ve la gente, comparado con la cantidad de cine que ve? ¿Los directores más jóvenes, y no tanto, ¿basan sus películas en cuestiones pictóricas, teatrales o literarias? Hace muchos años ya que cualquier niño está mucho más expuesto durante su infancia a bastante más cine y animación que a teatro, pintura o lectura, con lo cual serían estas otras artes las que podrían considerarse cine narrado, cine fotografiado o cine hecho en directo sobre un escenario. Una cosa es sacar una idea para la fotografía de 'Alatriste' o 'La joven de la perla' inspirada en Velázquez o Vermeer, o respetar más o menos el texto de un Hamlet, un Cyrano o un Tenorio, y otra seguir considerando al cine un mero sucesor de esas otras artes con la que comparte ciertos temas.
Por otra parte, hablando de críticos franceses, y en especial de 'Cahiers', parte del texto está escrito en lenguaje bastante intelectualizado. Una muestra es la conclusión del primer artículo, que reza: "Lo que distingue a una adaptación lograda parece en la actualidad deberse menos a su "fidelidad", en el sentido restrictivo de la palabra, que a la manera en que, resistiendo la presión de una lógica de producción de imágenes uniformes, estandarizadas, vacías de sentido, consigue, con modos de creencia diferentes, conservar una escritura singular basada en una lectura íntima de una obra prestada y una conciencia aguda del tiempo presente en el que se sitúa este trabajo: poner la obra en presente -un presente multiforme, contradictorio y paradójico, que se dirija a la pluralidad de un ser-espectador contradictorio y consciente de serlo en su deseo proteiforme de cine-, ése podría ser hoy el objetivo persistente y complejo de la adaptación cinematográfica."
No todo está escrito así, afortunadamente, y hay varios apuntes y análisis valiosos sobre escenas concretas y modos de adaptarlas que resultan muy reveladores, sobre todo cuando hay un motivo explícito por parte del director. Para quien le interese, las películas que se mencionan en cierta extensión son, aparte de las ya citadas, 'La semilla del diablo' de Roman Polanski, 'Journal d'un curé de campagne' de Robert Bresson, 'Corazón salvaje' de David Lynch, 'El desprecio' de Jean-Luc Godard, 'Crash' y 'Madame Butterfly' de David Cronenberg, 'La moustache', de Emmanuel Carrère, 'Charlie y la fábrica de chocolate' y 'Sleepy Hollow' de Tim Burton, 'El resplandor' de Stanley Kubrick, 'La regla del juego', 'Los bajos fondos' y 'Un día en el campo' de Jean Renoir, 'Cautiva' de Chantal Akerman, 'O brother' de los hermanos Coen, y 'Los sobornados' de Fritz Lang.
Y como no podía ser menos, se menciona el libro 'Hitchcock/Truffaut', en el que el segundo entrevista al primero en 1983. Yo creo que desde entonces jamás he leído un texto francés sobre cine que no mencione este libro. :D
Este libro, de apenas 90 páginas, es una recopilacón de artículos del redactor de 'Cahiers du cinéma' Frédéric Sabouraud (en la portada, nada menos, aparece mal escrito como 'Subouraud'), todos ellos en torno al tema de la adaptación de libros al cine, publicada en 2006 en Francia. El primero y más largo de ellos, que cubre las 60 primeras páginas, menciona los elementos más importantes que tener en cuenta a la hora de analizar adpataciones cinematográficas: el narrador, el tiempo, el espacio, el sonido, los personajes y los límites de producción. En las restantes páginas hay diez textos más cortos sobre escenas concretas de películas, o reflexiones aisladas.
El libro no es en ningún momento un "cómo adaptar libros al cine". Más bien es una serie de ensayos que repasan ideas rápidamente, citando unos cuantos ejemplos concretos para ilustrar cada una. Al hablar del tema del narrador, se cita 'Jules y Jim', de François Truffaut y su peculiar uso de la voz en off. Al hablar de la elipsis, se menciona 'El intendente Sansho', de Kenji Mizoguchi, que se salta diez años de una historia tradicional japonesa. Al hablar de la dilatación y las trampas narrativas se habla de Alfred Hitchcock, en especial 'Psicosis' y cómo mostrar y ocultar a la vez el asunto de la madre de Norman Bates. Al tratar de adaptaciones más o menos fieles o personales, se trae a colación 'El proceso' de Franz Kafka rodado por Orson Welles, que llegó a decir que era su película más autobiográfica y "la única de la que me siento cercano". Al hablar de cuestiones de producción y economía, se presenta 'El señor de los anillos' y sus múltiples obstáculos y hallazgos técnicos. Todas ellas, y muchas más, están basadas en libros, algunos más conocidos que otros, cada uno con sus propias dificultades para ser adaptados.
Gran parte de las películas mencionadas son más famosas que los libros, así que es una pena que no se hable un poco más de los problemas de adaptar libros archiconocidos donde la reacción del público puede ser bastante hostil por el simple hecho de desviarse demasiado de la obra original ya conocida (la portada de la edición que leí yo, por ejemplo, trae un fotograma de 'Drácula de Bram Stoker', película que no se menciona en el texto en absoluto).
Durante el libro se repite más de una vez que el cine hereda concepciones de la literatura, la pintura y el teatro. Esta reflexión se ha convertido en un lugar tan común que se sigue perpetuando sin cuestionarse. Por el simple hecho de que el cine es la forma de arte más joven de todas éstas, parece que ha de seguirse lógicamente que ha de tomar elementos de las anteriores forzosamente. En los inicios del cine, cuando sus primeros profesionales sí que eran actores de teatro, pintores, fotógrafos y escritores, quizá sí había una serie de influencias claras, pero ¿sigue siendo eso verdad hoy en día? ¿Cuánto teatro o pintura ve la gente, comparado con la cantidad de cine que ve? ¿Los directores más jóvenes, y no tanto, ¿basan sus películas en cuestiones pictóricas, teatrales o literarias? Hace muchos años ya que cualquier niño está mucho más expuesto durante su infancia a bastante más cine y animación que a teatro, pintura o lectura, con lo cual serían estas otras artes las que podrían considerarse cine narrado, cine fotografiado o cine hecho en directo sobre un escenario. Una cosa es sacar una idea para la fotografía de 'Alatriste' o 'La joven de la perla' inspirada en Velázquez o Vermeer, o respetar más o menos el texto de un Hamlet, un Cyrano o un Tenorio, y otra seguir considerando al cine un mero sucesor de esas otras artes con la que comparte ciertos temas.
Por otra parte, hablando de críticos franceses, y en especial de 'Cahiers', parte del texto está escrito en lenguaje bastante intelectualizado. Una muestra es la conclusión del primer artículo, que reza: "Lo que distingue a una adaptación lograda parece en la actualidad deberse menos a su "fidelidad", en el sentido restrictivo de la palabra, que a la manera en que, resistiendo la presión de una lógica de producción de imágenes uniformes, estandarizadas, vacías de sentido, consigue, con modos de creencia diferentes, conservar una escritura singular basada en una lectura íntima de una obra prestada y una conciencia aguda del tiempo presente en el que se sitúa este trabajo: poner la obra en presente -un presente multiforme, contradictorio y paradójico, que se dirija a la pluralidad de un ser-espectador contradictorio y consciente de serlo en su deseo proteiforme de cine-, ése podría ser hoy el objetivo persistente y complejo de la adaptación cinematográfica."
No todo está escrito así, afortunadamente, y hay varios apuntes y análisis valiosos sobre escenas concretas y modos de adaptarlas que resultan muy reveladores, sobre todo cuando hay un motivo explícito por parte del director. Para quien le interese, las películas que se mencionan en cierta extensión son, aparte de las ya citadas, 'La semilla del diablo' de Roman Polanski, 'Journal d'un curé de campagne' de Robert Bresson, 'Corazón salvaje' de David Lynch, 'El desprecio' de Jean-Luc Godard, 'Crash' y 'Madame Butterfly' de David Cronenberg, 'La moustache', de Emmanuel Carrère, 'Charlie y la fábrica de chocolate' y 'Sleepy Hollow' de Tim Burton, 'El resplandor' de Stanley Kubrick, 'La regla del juego', 'Los bajos fondos' y 'Un día en el campo' de Jean Renoir, 'Cautiva' de Chantal Akerman, 'O brother' de los hermanos Coen, y 'Los sobornados' de Fritz Lang.
Y como no podía ser menos, se menciona el libro 'Hitchcock/Truffaut', en el que el segundo entrevista al primero en 1983. Yo creo que desde entonces jamás he leído un texto francés sobre cine que no mencione este libro. :D
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