jueves, 18 de junio de 2009

Réquiem por un campesino español (1985)

El interés de esta película radica más en la fidelidad de su adaptación a la novela corta original de Ramón J Sénder que en la brillantez que pueda tener como film a secas, así que es un gran acompañamiento para el relato escrito, como habrán averiguado muchos estudiantes de lengua española, incluso en universidades extranjeras. Un Antonio Banderas de 25 años de edad hace de campesino aragonés con ideas políticas en los tiempos anteriores a la Guerra Civil Española, acompañado de Antonio Ferrandis como el párroco del pueblo, el mosén Millán, y de Fernando Fernán Gomez como el administrador del ausente duque dueño de las tierras, que defiende 'usanzas' de hace cuatrocientos años para seguir explotando a los campesinos. Por su parte, Emilio Gutiérrez-Caba le mete un tono más de abusón amenazador al papel del centurión el señorito facha en jefe.

Resto de la entrada aquí:
http://videoergoscribo.blogspot.com/2009/06/requiem-por-un-campesino-espanol-1985.html

2 comentarios:

El astronauta errante dijo...

Yo, para mí, que ni como ilustración de la novela, fíjate (una gran novela, por otra parte).

Para mí que la historia de Mosén Millán y de Paco (el del molino) es grandiosa precisamente por la cantidad de sombríos sobreentendidos, miradas cargadas de tensión e intención (como revólveres agresivos) y, sobre todo, por las calladas por respuesta. Una estremecedora ausencia de datos, un poco como era todo en tiempos del Entrañable Ferrolano: cuchicheos, carencias y enormes silencios en los que cabían todos los horrores, algunos impensables (que ahora las fosas y fosas y fosas hacen impepinablemente reales y bien pensables).

La película, en cambio, está llena de informaciones obvias tontas e innecesarias y no ahonda en el gran tema del libro: los escandalosos silencios de la época (como si hace 'El espíritu de la colmena', por ejemplo)

En fin, que como homenaje al profesor de Chalamaera que enseñó literatura española en California me voi en busca de la tumba anónima y sin señal de Paco (el del molino). El día q la encontremos y podamos señalizarla (Hic iacet Paco el del Molino RIP) sin que los becerros berreen, seremos normales.

Rogorn dijo...

Hey, B. No sé si has leído el resto de la entrada:

http://videoergoscribo.blogspot.com/2009/06/requiem-por-un-campesino-espanol-1985.html

Entiendo lo que dices, pero el problema de los silencios y los juegos de miradas que-lo-explican-todo-sin-palabras en el cine es que es un recurso que a muchos espectadores no les funciona. Y por eso hay mucha gente a quien cosas como 'El espíritu de la colmena' les parece un aburrimiento insufrible. Aparte de que la película u los actores tienen que ganarse el derecho con su guión y actuaciones a usar esos silencios y que funcionen.

Por otra parte, se da la paradoja de que los silencios en una película son ausencia de palabras, pero en un libro vienen explicados, o al menos rodeados de otras palabras. Un ejemplo más claro serían Alatriste y Copons, que hablan de poco a nada, pero los entendemos y nos maravillan porque Pérez-Reverte, a través de Íñigo, nos glosa continuamente con su relato el significado de esos silencios. Silencios, como digo paradójicamente explicados con palabras, cosa que en el cine se hace con imágenes que dependen mucho de la capacidad del actor y de la habilidad del director para captar con ellos la atención del espectador.

En cuanto a la película, me parece que el tema del silencio no queda mal reflejado. Las confusas razones del cura quedan igual de medio explicadas, y todas las frases que dicen los personajes de la película vienen en el libro, lo cual es un gran ejemplo de fidelidad. Quizá sea la eterna cuestión de la dificultad de hacer funcionar una obra creada en un determinado medio en otro distinto.