jueves, 1 de noviembre de 2012

La cacería


La cacería
Alejandro Paternain
(Alfaguara)

Alejandro Paternain (1933-2004) Fue un escritor, profesor y periodista uruguayo que fue destituido en 1973 de su puesto docente durante la dictadura, trabajo que no pudo recuperar hasta la llegada de la democracia doce años más tarde. Su obra novelística, sobre todo histórica y de aventuras, no había sido publicada en España hasta que en 1996 Arturo Pérez-Reverte, de viaje por Montevideo, leyó 'La cacería', publicado dos años antes. "El asunto me fascinó desde el principio: primer tercio del siglo XIX, corsarios, una persecución clásica en el mar. Aventura, historia, navegación, se daban feliz cita en aquellas páginas, que además estaban extraordinariamente bien escritas. Así que localicé al autor —supe entonces que era profesor de Literatura y que tenía otras tres novelas—, hablé con él por teléfono y le dije olé sus huevos, abuelo. Ya no se escriben novelas como ésa, y me habría gustado firmarla a mí. Luego compré cinco o seis ejemplares, se los regalé a los amigos, y me desentendí del asunto. Uno de aquellos ejemplares cayó en buenas manos, y Amaya Elezcano, que es mi editora y mi amiga, se empeñó en publicarla con una goleta preciosa pintada al óleo por Carlos Puerta en la tapa, navegando a todo trapo entre cañonazos, ante un cielo y un mar azules." Así fue cómo Alfaguara publicó la novela en España en 1999, y, tras la muerte de Paternain, otra vez en 2011. Pérez-Reverte, que finalmente conoció personalmente a Paternain y le ayudó a presentar 'Los fuegos del Sacramento' en España, no se cansa de recomendar 'La cacería' a amigos, o en artículos de prensa, o incluso en Twitter cuando la gente le pregunta por material para leer.

La novela está ambientada en uno de esos episodios históricos menos conocidos que tanto le gusta recuperar a Pérez-Reverte, en este caso la época del intento de invasión portuguesa de Uruguay, entre 1815 y 1821. Durante ese tiempo, lejos de tierra firme, las batallas, persecuciones y emboscadas en el mar eran tan encarnizadas o más que en la costa, y la cacería a la que asistimos en este libro enfrenta a dos barcos, una goleta corsaria, la 'Intrépida', capitaneada por el estadounidense de Baltimore John Blackbourne bajo bandera uruguaya, y el brick portugués 'Espíritu Santo', a bordo de la cual Basilio de Brito tiene el encargo de luchar contra el corso. La caza dura varios años y llega a llevar a las dos embarcaciones a adentrarse incluso en el Mediterráneo, donde se cruzan con barcos españoles.

El relato, de menos de 200 páginas, está escrito tomando las palabras casi siempre de los propios capitanes de los barcos, que narran en sus diarios las ocurrencias más importantes, así como sus reflexiones personales sobre las familias que dejan atrás, los hombres a su mando, la intendencia de las naves que gobiernan y las inquietudes por el futuro. Cada uno de ellos refleja su personalidad en lo que cuenta y cómo lo cuenta. El estilo es menos sencillo de lo que parece: quiero decir que es fácil de comprender, pero no por ello simple registro de movimientos. A veces pasan varios meses en una frase y en otras ocasiones una conversación o un relato de un marino rescatado aparecen descritos en gran detalle, reflejando que unas cosas se le quedan a uno en la cabeza más nítidamente que otras a medida que pasan los años. Tampoco es el típico marinero reservado, taciturno y bebedor el único tipo de personaje que aparece. Los hay parlanchines y los hay abstemios, los hay portugueses, daneses e irlandeses, e incluso norteafricanos.

En suma, y por acabar de nuevo con palabras de Pérez-Reverte, 'La cacería' "es una hermosa novela sobre el mar. Su gran logro es trasladar al lector a la cubierta de esas embarcaciones, con todo el trapo arriba, el viento en la jarcia, y en la boca el sabor de la sal y el aroma del peligro. Digna de figurar junto a los mejores relatos navales de Patrick O'Brian, C. S. Forester y Alexander Kent, es una epopeya ruda e inolvidable. Nos devuelve al tiempo en que una raza especial de hombres aún surcaba los mares en busca de gloria o de fortuna".

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