sábado, 10 de noviembre de 2007

Kill Bill (2003-2004)


Con estas películas, Quentin Tarantino demuestra haber llegado a un punto en el que puede hacer films que en realidad no traten de nada, o casi nada, y sean sólo perchas vacías de las que colgar las cosas que le gustan, sus influencias, sus comics, sus pelis de videoclub de su juventud, etc. A esto le añade un buen ojo para el ritmo y unos diálogos que cortan (y que pierden muchísimo en español, por eso en el extranjero se encuentra mucha más gente que no le gustan tanto), y nos queda algo que en principio no debiera de funcionar, pero que sí funciona, al menos hasta cierto punto.

Personalmente, lo mejor de las dos películas, aparte de tal o cual secuencia favorita que será diferente para cada uno, es Uma Thurman. 'Kill Bill' podría haber resultado la película más cutre y estúpida de la historia si la protagonista no fuera tan buena (parte de eso le ocurre a 'Planet Death', por ejemplo: Robert Rodríguez parece usar a los actores más como si fueran parte del decorado y como marionetas para jugar a efectos especiales que otra cosa). La capacidad que tiene la Thurman para mantenerse seria y en modo actriz de las buenas mientras a su alrededor pasan cosas que casi bordean el ridículo es lo que sostiene todo el engranaje. Mueve el dedito. Mata a 88 samurais y a una colegiala de comic. Pasa a un jardín japonés nevado. Si no fuera por ella, que te lo hace tragar, uno diría 'pero qué bacalada es esta'.

Tarantino, de todas formas, es la mar de astuto, y en esta película lo demuestra a) en la secuencia animada, donde logra colar imágenes y temas como la pedofilia y la violencia infantil que le hubieran hundido la distribución del film en Estados Unidos, y b) en comenzar con la mejor lucha de todas. Lo de los 88, la GoGo, y O-Ren es juego de niños comparado con la caña que se meten la Uma y la Vivica (pedazo de mujer, por otra parte) para abrir el baile. Será más fácil y lo que se quiera, pero esa secuencia, por ejemplo, va en serio, por derecho, y se deja de historias raras de las que salen después.

Si la primera parte está bien por Uma Thurman, la segunda está mejor aún debido a David Carradine, que ha quedado extremadamente contento con este papel, y que cree que se le recordará por él más que por 'Kung Fu'. Recomiendo oírle en versión original, porque la actuación se basa en su voz, principalmente. Incluso esa última escena de hablar y hablar que a muchos no ha dejado muy contentos mejora bastante escuchada en su tono profundo y maduro.

Esta película es más occidental que la primera. Sigue siendo un cóctel de influencias, pero Sonny Chiba y Lucy Liu se quedaron en Japón. A pesar de Gordon Liu y su entrenamiento chino, casi todo tiene lugar en América, y el tono de desierto polvoriento y sombrero de cowboy le da otro aire al asunto. Aparte, ya sabemos que esto es una continuación, no una secuela, así que la maldición de las segundas partes no se aplica. Ésta en concreto tiene la virtud incluso de hacer mejor a la primera, ya que cuando se ve el cuadro completo, todo tiene mucho más sentido.

De nuevo lo mejor vuelve a ser la lucha de gatas, falta de toda elegancia, pero tremendamente efectiva, entre Uma y Daryl Hannah. Como muestra, de nuevo, de la astucia de Tarantino, el final de esta pelea le provoca a uno a la vez asco, dolor ajeno y risa, ya que a esas alturas ya vamos conociendo el percal. No es pequeña muestra de talento conseguir tal cosa.

¿De qué iba todo al final? Una sola cosa, Venganza. El propio Tarantino dijo que no hacía falta disfrazarlo más. Se las hicieron pasar putas, y ahora se las van a pagar. Todas juntas. Y por orden de lista. Y además, le va a dar tiempo a citar referencias visuales de 88 películas de kung fu. Hombre ya.

3 comentarios:

Alberich dijo...

Me encantaaaa Kill Bill!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Jobar, qué podría decir de esta peli en concreto y Tarantino en general... me encanta absolutamente. Y no acabo de entender la polémica que suscitan a veces sus películas porque el tema de la violencia que muestra es simplemente de entender el sentido que le dá, y dejarse en paz de trasladar todo a la realidad y hacerse cruces.

Crisand

Lenka dijo...

Adoro Kill Bill. De hecho, nunca he logrado decidir cuál de las dos me gusta más (parezco el Boticario de la Verbena de la Paloma, juas), así que finalmente opté por pensar que es una sola peli en dos trozos, lo cual es prácticamente cierto.

Respecto a la polémica... chorradas. No es una peli para niños ni para almas cándidas. Punto. El que no quiere ver, que no mire. Es así de fácil. Será por opciones.